Los ocho campos de acción de la RSE según la Comisión Europea

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Los ocho campos de acción de la RSE según la Comisión Europea

Los ocho campos de accion de la RSE segun la Comision Europea

Como ejemplo de buena práctica a la que aspirar para implementar la Responsabilidad Social Empresarial en República Dominicana, veamos ahora los ocho campos de acción identificados por la Comisión Europea.

La Estrategia de la Comisión Europea en ámbito de Responsabilidad Social Empresarial se desarrolla en ocho campos de actuación:

  1. promoción de la visibilidad de la RSE y difusión de buenas prácticas;
  2. mejora y seguimiento de los niveles de confianza en las empresas;
  3. mejora de los procesos de autorregulación y corregulación;
  4. aumento de la «prima de mercado» para la RSE;
  5. mejor divulgación por parte de las empresas de información social y ambiental;
  6. mayor integración de la RSE en la educación, la formación y la investigación;
  7. acentuación de la importancia de las políticas nacionales y subnacionales de RSE;
  8. una mejor alineación de los enfoques europeo y mundial de la RSE.

La Comisión Europea considera el desarrollo y la circulación de buenas prácticas fundamental para que la RSE pueda extenderse a todos los ámbitos y aspectos de la producción, por lo que promueve campañas e iniciativas focalizadas, así como el establecimiento de plataformas de diálogo entre empresas y grupos de interés en sectores donde aún no están presentes. Se presta especial atención a las PYME.

La Comisión también observa que el nivel de confianza de los ciudadanos en las empresas es bajo, también debido a comportamientos incorrectos y declaraciones falsas sobre sus actividades (en particular, el llamado “lavadoverde”). Por tanto, se propone la aplicación de la legislación pertinente, en particular a través del informe sobre la directiva sobre prácticas comerciales desleales, y el establecimiento de formas de enfrentamiento entre ciudadanos y empresarios sobre el papel de la empresa.

Estos aspectos están relacionados con la mejora de los códigos de corregulación y autorregulación. La Comisión reconoce la efectividad de estos códigos de conducta que han adoptado diversos sectores productivos, tanto que los ha reconocido como parte de la agenda «Legislar mejor». Sin embargo, considera que, para que sean realmente efectivos, deben elaborarse junto con todos los actores sociales involucrados y la presencia de instituciones públicas y precisar los compromisos asumidos por cada parte con indicadores de desempeño, los métodos de seguimiento, verificación de desempeño, su adaptación a las necesidades y rendición de cuentas ante las quejas. La Comisión también se compromete a abrir en el futuro un proceso regulador compartido sobre RSE.

Luego se observa que, si bien en muchos casos la implementación de prácticas socialmente responsables conduce a la mejora del desempeño empresarial y la competitividad, existen situaciones en las que esto es meramente un costo y no trae beneficios. Por tanto, para incentivar las empresas es necesaria una prima de mercado, que pueden otorgar los consumidores, los inversores y las entidades públicas. Los consumidores expresan sensibilidad hacia los temas ambientales y sociales y tienden a preferir empresas responsables, pero no siempre encuentran información clara y accesible, no todas las empresas tienen métodos de comunicación transparentes y, a menudo, los mismos productos tienen un precio más alto. Por tanto, la Comisión se compromete a encontrar soluciones para fomentar el consumo responsable.

La Comisión también se ha marcado el objetivo de desarrollar un sistema financiero más transparente y responsable, promoviendo normativas que favorezcan la circulación de información no financiera sobre inversiones y la certificación del buen gobierno del impuesto de sociedades. También se asume que la información sobre inversiones responsables y cualquier certificación de todos los operadores financieros a sus clientes será obligatoria.

Las empresas socialmente responsables también pueden ser recompensadas mediante la contratación pública. La Comisión invita a las entidades públicas a integrar criterios ambientales y sociales, la no discriminación de las PYME y la transparencia en la contratación, respetando el marco legal de la UE.

Un aspecto importante para la promoción de RSE es la difusión de información sobre el desempeño ambiental y social de las empresas. Actualmente ya son muchas las empresas que lo hacen de forma espontánea, algunos Estados ya tienen su propia legislación y también hay iniciativas internacionales, pero es recomendable tener criterios homogéneos a nivel comunitario, también accesibles a las pymes.

También es importante que la RSE entre en contacto con el mundo de la educación y la investigación. Se invita a las escuelas a integrar sus programas con temas relacionados con la ciudadanía responsable, incluida la RSE. En particular, se invita a las escuelas de negocios a suscribirse a los principios de las Naciones Unidas para la educación en la gestión responsable. A continuación, la Comisión se compromete a continuar financiando la investigación académica en el campo de la RSE y para apoyar financieramente a RSE en los programas Aprendizaje permanente y Juventud en acción.

Considerando que muchos proyectos e iniciativas de apoyo a la RSE se implementan a nivel nacional o local, es importante que los Estados implementen sus propias políticas. Por lo tanto, el objetivo de la Comisión es que cada Estado defina sus propias estrategias y fomente la revisión por pares de las políticas estatales.

Finalmente, la conexión con el nivel internacional también es útil, por lo que la Comisión pretende incentivar a las empresas a adherirse a los principios y lineamientos señalados por los organismos supranacionales y a acentuar el rol de la RSE en la política exterior de la UE.

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